El texto analiza la relación entre redes sociales, bulos y conductas adictivas. Señala que el uso excesivo de internet puede activar el circuito de recompensa del cerebro, similar a las adicciones con sustancias. Los bulos, por su carga emocional y simplicidad, generan placer inmediato y refuerzan creencias, favoreciendo su consumo y difusión. Estudios vinculan este comportamiento con el miedo a perderse algo y la búsqueda de pertenencia, especialmente en contextos de incertidumbre. Se sugiere seguir investigando este fenómeno para abordar su impacto psicosocial.