La adicción debe ser considerada una enfermedad crónica del cerebro de etiología multifactorial y que por lo tanto requiere de una aproximación terapéutica multidisciplinar que incluya tratamiento farmacológico y psicológico. Los objetivos del tratamiento farmacológico de las adicciones se centran en prevenir los síntomas de la abstinencia, reducir el craving por la droga que puede conducir a la recaída, y por último, normalizar las funciones fisiológicas que se han alterado tras el uso continuado de la droga.
El consumo de alcohol es la sexta causa de enfermedad y muerte prematura en los países desarrollados. Aproximadamente el 70% de los adultos en Europa consumen alcohol, elevándose esta cifra al 77,6 en España (PNSD, 2018). Similares resultados se observan entre los jóvenes de nuestro país, donde un 21% de ellos se ha intoxicado con alcohol alguna vez en los últimos 30 días.
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