Desde su inicio el objetivo del trabajo preventivo del consumo de drogas fue, y sigue siendo, intentar que las personas NO entren en ese mundo; y, en el caso que ya se hayan iniciado, conseguir que lo abandonen antes que acaben desarrollando una drogodependencia. Objetivo nada fácil, puesto que los que nos dedicamos a esta tarea tenemos que “luchar” contra informaciones erróneas, como: drogas blandas, drogas duras; y las típicas creencias equívocas del consumidor de: Yo controlo; a mí no me va a pasar nada, etcétera.

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