Neurobiológicamente hablando, la adolescencia es el periodo de máximo crecimiento neuronal, cambios y maduración desde la infancia (Schepis y cols. 2004). Cuando estos cambios neurobiológicos se combinan con los cambios hormonales característicos de esta etapa, el resultado es bien conocido: impulsividad, labilidad emocional y dificultad en la toma de decisiones. El adolescente busca nuevas sensaciones y riesgos, incluso de riesgo elevado, como es el abuso de sustancias. Según los últimos datos demográficos continúa subiendo la tasa de prevalencia en nuestra sociedad, especialmente entre nuestros jóvenes.
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